"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

lunes, 29 de junio de 2009

Domingo 28 de junio de 2009. Alarilla

Vuelo 5

¡¡¡Tercer domingo consecutivo que voy a volar!!!

Quería haber ido a Arcones pero la predicción era de sur y además hablé con Pablo, El suizo, y me dijo que el sabado en Piedrahita estuvo de sur y que el domingo irían a Pedro Bernardo, así que decidí ir a La Muela, pues Peter tiene fama de durillo en esta época del año. Además iba a venir Juan, un piloto que hizo el cursillo en Mallorca y que tras trasladarse a Madrid me ha comprado mi vieja Jean's y quería retomar los vuelos ocho meses después de su suelta, así que la mejor opción era La Muela, en la que la predicción daba vientos del sur.

Llegamos a La Muela sobre las dos de la tarde y estaba bastante pasado de viento, unos 40km/h con rachas mayores y aunque despegaron un par de pilotos yo no tenía ninguna intención de volar en esas condiciones.

Monté el ala esperando que las condiciones mejorasen según avanzase la tarde. Juan todavía no montó pues quería asegurarse de que hubiera vientos por debajo de 20 km/h. Estuvimos esperando y esperando y auqello no tenía pinta de mejorar.

Hacia las siete de la tarde comenzó a amainar un poco el viento y rápidamente empecé a colocar el vario y a ponerme el arnés. Cuando llegué a la rampa habría unos 20km/h. Un piloto que había despegado un poco antes y que curiosamente vuela sentado a la antigua, estaba ya enganchado a la ladera aunque sin demasiada altura sobre el despegue.

Tras despegar noto que la cosa está bastante suave así que le digo a Juan que vaya montando porque va a poder volar. Tuve que rascar un rato la ladera hasta conseguir un poco de altura y el viento empezo a rolar un poco hacia el oeste y esa ladera empezaó a funcionar mejor. Tras unos 10 ó 12 minutos de hacer ladera, solo puede ganar unos 30m sobre el despegue y de pronto el viento aflojó mucho y me hundí rápidamente.



Aterricé bien con viento nulo y llamé a Juan para que bajara a buscarme pues quería asegurarme de que había montado bien su nueva ala, que todavía desconoce, y echarle una mano en el despegue.

Al llegar al despegue el viento estaba claramente del oeste con bastantes parapentes en esa cara, pero en la rampa sur todavía había una ligera brisa bien orientada así que decidimos que Juan despegará por la rampa, por comodidad y por evitar el tráfico de los parapenes.

Despegó tras una buena carrera pues llevaba el ala demasiado picada, con unos 15Km/h de viento de cara, y perdió bastante altura rápidamente mientras pilotaba con un poco de sobremando, pero me pareció loógico pues hacía mucho que no volaba y todo era nuevo para el, la zona y el equipo.

Al rato comenzo a dejar volar el ala y dejó de sobremandar, hizo un abuena aproximación y un aterrizaje decente. Cuando bajé a buscarle estaba muy contento, y yo me alegré de que hubiese disfrutado con mi antiguo equipo y de que alguien lo aprovechase ahora. Recogimos las alas y nos fuímos a Madrid donde llegamos como siempre bastante tarde, sobre las doce de la noche.

No fue un gran día de vuelo pero al menos hice un despegue y un aterrizaje más, además de disfrutar de ver a un nuevo piloto en el aire.







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