"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

jueves, 15 de julio de 2010

Viernes 9 de julio de 2010. Ager

Vuelo 14

Después de la paliza al sol del día anterior, el jueves decidimos subir al despegue más tarde, cuando empezase a volar la gente, además también pensamos en despegar nosotros antes pues en vista del turbulento vuelo del jueves, si íbamos a tener otra vez turbulencia al menos que fuese con actividad térmica que nos permitiera intentar remontar.
Aprovechamos la mañana para desayunar con calma, dar un paseo por el pueblo y acercarnos al desfiladero de Terradets, luego comimos pronto y subimos al despegue. Llegamos cuando ya había despegado bastante gente, parece que pensaban que el día iba a ser un poco mejor que el anterior, aunque tampoco como para tirar cohetes, y pusieron una prueba de 90 kms por la parte de atrás, en dirección a los Pirineos.
Cuando despegaron la mayoría de los pilotos nos pusimos a montar las alas y poco después comenzaron a llegar al despegue bastantes pilotos que la habían cagado, para hacer un refly. La verdad es que me dio un poco de grima esto de los reflys, ver como montan el ala a toda pastilla entre varios y oyendo al director de competición avisando del tiempo que queda para cerrar el despegue, no se, yo no volaría muy tranquilo habiendo montado en esas condiciones.
También aparecieron bastantes pilotos extranjeros que iban a volar para entrenar para el europeo que comenzaba el domingo.
En el despegue el viento estaba igual que el día anterior un poco cruzado del este, esta vez Alberto iba a despegar primero y estuvimos esperando un rato a que se encarase el viento y también dimos paso a alguno de los pilotos extranjeros a los que no les importaba despegar con el viento cruzado.
Alberto despegó muy bien, sin problemas. Después lo hice yo pero otra vez lleve el ala demasiado empujada e hice un despegue un poco justito, ¡a ver si soluciono esto de una vez!
La ladera tampoco funcionaba hoy o al menos ni Alberto ni yo fuimos capaces de engancharnos a ella así que nos fuimos hacia el valle. Al rato de volar por el valle el vario empezó a pitar y comencé a girar una buena térmica, vi a Alberto más abajo que también estaba girando ¡su primera térmica!




Después de un buen rato girando mientras derivábamos hacia el oeste me puse con 200 metros sobre el despegue y decidí volver a él a ver si ahora conseguía engancharme a la ladera, mientras tanto, Alberto seguía más bajo girando y derivando hacia Corça y el pantano.
Cuando llegué sobre el despegue la ladera funcionaba así que enfilé hacia el oeste para tratar de llegar hasta el final de la ladera, a Terradets. El vario fue pitando suavemente todo el camino y gane otros 200 mts sobre el despegue, el vuelo era suave y disfrutaba como un enano de las vistas del valle y del pantano de Camarasa al que me iba acercando poco a poco, y hacia el norte, al fondo, se veían preciosos los Pirineos. Además disfruté de la compañía de algún buitre durante un buen rato.
Al llegar a Terradets me di la vuelta y en ese momento oí por la radio a Alberto diciendo que iba a aterrizar, después oí a Silvia preguntándole si estaba bien así que supuse que había tenido un aterrizaje durillo. Como no quería hacerles esperar demasiado decidí irme también hacia la campa, ahora iba viento en cola y la ladera no me mantenía tanto. Hubo un momento en que pensé que no pasaba un punto en el que el segundo escalón gana altura y que me tendría que ir hacia el valle sin saber si llegaría al aterrizaje oficial, así que me puse a rascar la ladera hasta que el vario volvió a pitar y gane altura pasando sin problemas.
Llegué sobre la campa con mucha altura, prácticamente con la altura del despegue y además debía de haberse montado la restitución porque no conseguía bajar. Hice infinidad de giros, nunca en mi vida había girado tanto y llegué a pensar que acabaría mareándome, hasta que conseguí perder altura.
El viento estaba igual que el día anterior, hice la misma aproximación aunque esta vez fue más movidita, llegué bien al aterrizaje pero en el último momento me falto decisión en el empuje y acabé con un barrigazo. Esta vez fue un vuelo fantástico con el mal sabor de boca final del aterrizaje, justo al revés que el día anterior.
Desmontamos junto a alguna de las figuras mundiales que habían ido llegando al aterrizaje y nos fuimos al camping a por la cervecita de rigor, donde felicitamos a Eneko que había vuelto a hacer gol, ¡su tercer gol! Ese día volvió a ganar Primoz Gricar con Anton Struganov segundo y Ako tercero.

No hay comentarios: