"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

lunes, 13 de septiembre de 2010

Viernes 10 de septiembre de 2010. Arcones

Vuelo 19

Salimos Juan y yo por la tarde hacia Arcones donde habíamos quedado con Alberto, tras chuparnos el atasco de rigor de la salida de viernes de Madrid.
Llegando a Arcones, desde la N-110 ya se veían tres alas y un parapente girando térmica sobre el despegue, no parecía que hiciese mucho viento así que la ladera no debía funcionar pero al menos todavía había actividad térmica, aunque por la hora que era ya y sabiendo que todavía teníamos que subir al despegue y montar empezamos a hacernos a la idea de un día flojito.
En la campa pasamos las alas al coche de Alberto y nos subimos hacia el despegue junto con Alfredo que iba a volar en parapente esa tarde y otro parapentista.
En el despegue , con viento bastante suave, estaba terminado de motar Atómico, poco después apareció Frantz, un piloto holandés de 73 años que ¡aún sigue volando! y además vuela una calva.


Según montábamos las condiciones iban aflojando cada vez más, Alberto despegó el primero tras una buena carrera y no tardó demasiado en empezar a hundirse. Yo estuve esperando un rato a ver si entraba una buena racha, pero nada, cada vez estaba más flojo, así que despegué con 5 ó 10 Kms/h y de nuevo me tiré a la barra demasiado pronto. Giré pronto para intentar aguantarme en la ladera pero no hubo manera, aunque al principio parecía que me mantenía, en realidad iba perdiendo altura poco a poco así que al final tuve que irme hacia la campa.
Mientras hacía la aproximación despegó Juan que también acabó hundiéndose. En el aterrizaje acabé como en los últimos vuelos cayendo al suelo en el último momento, viendo el vídeo después me di cuenta de que que justo al final, ya con el ala empujada y a punto de tocar con los pies en el suelo, se me escapó el montante derecho de la mano lo que hizo que me desequilibrara y acabara en el suelo.
Al poco aterrizó Juan contento con su nuevo arnés que estrenaba ese día, y contento de volver a volar pues llevaba varios meses sin hacerlo.


1 comentario:

Flanajan dijo...

Muy buen vuelo para las condiciones que había, lástima de aterrizaje, porque al principio prometía.
Por cierto, mola la cámara lenta para estudiar los momentos clave.