Vuelo 44
Este día los pocos que no estaban en el nacional de Áger estarían en Piedrahita, pero como yo solo tenía el sábado para volar, prefería ir a Arcones pues está más cerca. Decidí ir tarde pensando en hacer un vuelo de ladera agradable o un vuelo de restitución.
Llegué a Arcones sobre las tres y me fui a comerme el bocata a la campa, en la que estaba recogiendo un piloto de ala delta al que no conocía, también aterrizó un parapente biplaza pero no se veía a nadie en el despegue. Como no me gusta despegar solo, me fui al bar a tomarme un café y a hacer tiempo para ver si aparecía alguien más para hacer un vuelo de tarde.
Al rato apareció Enrico que me dijo que había quedado con Valín a las 4:30 para subir al despegue. Nos fuimos a la campa a esperarle y al poco aparecieron Alfredo,Átomo y Alfred, un piloto alemán al que no conocía. Átomo, Enrico, Alfredo y Valín se subieron al despegue y yo me quedé con Alfred a esperar a Javi para subirnos juntos. No tardó en aparecer con su mujer e hijo y nos subimos al despegue conducidos a la perfección por las expertas manos de su hijo Luis ¡que tiene 5 años!
El despegue había un viento bien encarado aunque a veces algo fuerte lo que hacía un poco incomodo el montar. No tardaron en despegar Valín, Enrico, y Átomo y se fueron hacia Navafría ganando altura fácilmente.
Yo tuve que esperar un poco a que bajase la racha y después despegué sin problemas. La ladera en ese momento funcionaba pero tampoco se ganaba mucha altura, de hecho hubo un momento que me quedé por debajo de la cuerda y tuve que rascar un rato para recuperar altura. Después me fui hacia Navafría ganando altura poco a poco, en ese momento aumentó la fuerza del viento, al llegar a La Muela de Navafría vi a Valín y otra ala girando bastante altos pero muy metidos a sotavento, pensé en acercarme para girar esa térmica pero luego lo descarte porque con el viento en cara me quedaba pinchado y no me apetecía que me pasase a sotavento.
A la hora y diez de vuelo me acerqué a la campa y allí giré algo, luego me fui sobre el pueblo y el hangar de Manolo para volver a la campa a aterrizar. Hice una buena aproximación y clavé el aterrizaje lo que me valió la efusiva felicitación de Valín, ¡que tipo tan grande!.
El despegue había un viento bien encarado aunque a veces algo fuerte lo que hacía un poco incomodo el montar. No tardaron en despegar Valín, Enrico, y Átomo y se fueron hacia Navafría ganando altura fácilmente.
Yo tuve que esperar un poco a que bajase la racha y después despegué sin problemas. La ladera en ese momento funcionaba pero tampoco se ganaba mucha altura, de hecho hubo un momento que me quedé por debajo de la cuerda y tuve que rascar un rato para recuperar altura. Después me fui hacia Navafría ganando altura poco a poco, en ese momento aumentó la fuerza del viento, al llegar a La Muela de Navafría vi a Valín y otra ala girando bastante altos pero muy metidos a sotavento, pensé en acercarme para girar esa térmica pero luego lo descarte porque con el viento en cara me quedaba pinchado y no me apetecía que me pasase a sotavento.
A la hora y diez de vuelo me acerqué a la campa y allí giré algo, luego me fui sobre el pueblo y el hangar de Manolo para volver a la campa a aterrizar. Hice una buena aproximación y clavé el aterrizaje lo que me valió la efusiva felicitación de Valín, ¡que tipo tan grande!.