Vuelo 52.
Uno de mis vuelos más rápidos, 15 minutos directos al aterrizaje.
Subí tarde al despegue con Alfredo y Paco Topo. El día había sido muy bueno aunque con algunos desarrollos un poco excesivos, de hecho por toda la vertiente sur de la sierra había muchas tormentas, pero por la tarde se fue calmando la cosa.
Yo despegué el primero y me hundí inmediatamente, un vuelo sin historia. Paco depegó un poco después y consiguió mantenerse durante una hora más o menos.
Al menos me fui con buen sabor de boca pues cuando estaba empezando a desmontar el ala aparecieron en la campa Patricia (mi mujer) e Ignacio (mi hijo) junto a mis cuñados. No pudieron verme aterrizar pero si vieron los aterrizajes de Alfredo y Paco. Una agradable sorpresa, ¡la primera vez en los 10 años que llevo volando que algún familiar se acerca a conocer en que consiste esto del vuelo libre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario