"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

jueves, 10 de julio de 2014

Sábado 5 de julio de 2014. Arcones - La Hoya

Vuelo 65

Mi primer despegue desde La Hoya. Nos juntamos un buen grupo de pilotos en La Hoya ya que Blay (padre) había invitado a volar a Arcones a los habituales de Peter para volar juntos como homenaje a Juanito. El día parecía bueno y pusieron un prueba directa a Lerma (108 km)

Ya había estado una vez en el despegue de La Hoya pero no me atreví a despegar, lo lejanas que parecen las campas de aterrizaje hacia el sur y lo complicado de la recogida en caso de aterrizaje en esa vertiente hacen casi obligatorio trincar para tirarse hacia atrás, por eso esa vez no me animé a volar y está vez tampoco estaba mucho más decidido pero me puse a montar albergando la esperanza de que rolara el viento y se pusiera de norte para poder despegar en la dirección habitual.
Volando directo "al agujero"

Al final el viento no roló y poco a poco fue despegando todo el mundo, el primero Ako que se fue directo a una térmica que le marcaba un buitre y en la que ganó altura rápidamente y se tiró atrás, al abuelo le costó algo más remontar y estuvo peleando un buen rato en la sur. Así fueron saliendo todos y tirándose "patrás" sucesivamente hasta que nos quedamos los últimos para despegar Pablo y yo.

La verdad es que las condiciones eran perfectas pero yo estaba muy nervioso y me lo pensé un buen rato antes de despegar. Como iba obsesionado con pasarme atrás, me fui hacia el agujero nada más despegar y no conseguí ganar altura así que acabe colándome hacía el otro lado muy bajo y me comí todo el sotavento que me tiró directo al suelo en un -5 continuo para aterrizar entre Matabuena y la ladera.
Recién aterrizado

Pablo tuvo más paciencia y acabó trincando y pegándose un vuelazo quedándose a unos 20km de Lerma. Fue una pena que yo no tuviera la misma paciencia pues todo el mundo voló un montón, pero me quedó el buen sabor de boca de mi primer despegue de La Hoya y de todo lo aprendido, que fue mucho.


No tardó en recogerme el Procu (mil gracias) que se había venido para hacer las recogidas. Me dejó en Arcones y se marchó para buscar a más gente. Ya tarde me llamó Pablo para pedirme si podía ir a buscar con su coche a Jesús Berlanga que había aterrizado pasado Burgos, en Arlanzón. Como Pablo estaba volviendo quedamos a mitad de camino en la carretera de Burgos y se paso a mi coche para acompañarme en la recogida de Jesús. Aprovechó para llamar a Alex, un antiguo compañero de vuelo que vive en el pueblo en el que aterrizó Jesús, para que se pasara a tomar una caña con nosotros.

Cuando llegamos a Arlanzón encontramos a Jesús y Alex de cañas en el bar y después de tomarnos una cerveza más con ellos nos fuimos a por el ala de Jesús y de vuelta a Arcones. Llegamos a la una de la madrugada a Arcones y lógicamente ya se habían tomado la paella que habían preparado para celebrar los vuelos juntos, aunque nos dejaron reservados unos platos para que la probáramos. Poco después me volví a Villalba a donde llegué a las tres tras haberme chupado a lo tonto casi 500 kms.

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