"Cuando alguien, viendo la hermosura de este mundo y acordándose de la verdadera, toma alas y, una vez alado, deseando emprender el vuelo y no pudiendo, dirige sus miradas hacia arriba como un pájaro y descuida las cosas de esta tierra, se le acusa de estar loco"

Platón

martes, 22 de septiembre de 2015

Domingo 20 de septiembre de 2015. Arcones

Vuelo 98.

Subimos en mi coche Pablo, Antonio Letón, Carni, David , Chus (mil gracias por bajar el coche) y yo.

Las condiciones parecían buenas, con viento suave y ligeramente cruzado del oeste. Debía tener el día torcido pues tuve muchos problemas para montar, no conseguía meter las ballestas y me cansé mucho con los esfuerzos para colocarlas, hasta que caí en la cuenta de que se me había olvidado meter la tensión de ala, además, tuve que cambiar los sables de lado (los había metido al revés) y para colmo, una vez metido en el arnés me di cuenta de que tenía abierta la cremallera central de la vela ¡Y eso que había repasado el ala entera! Lo dicho, no tenía la mañana, y todos estos contratiempos me hicieron estar cansado y desconfiado a la hora de despegar.



Despegué sin problemas aunque volví a tirarme a la barra de control antes de tiempo, como la ladera no funcionaba salí al valle a buscar térmica, y la encontré enseguida enfrente del despegue. Me puse a 2.250 m y entonces empecé a dudar si intentar seguir a Antonio Letón, que había puesto una prueba Arcones - Riaza - Pedraza - Arcones y que entonces andaba por la Cebollera, o quedarme por la zona. Como no estaba muy a gusto y además no teníamos recogida garantizada decidí quedarme (Pablo también se iba a quedar pues se le rompió la cremallera del arnés justo antes de despegar) y volar por el valle, pero no tardé en aterrizar en la campa pues no encontré nada salvo una térmica débil y rota en la cantera con la que recuperé 200 metros.

Al ir a aterrizar fallé al coger el montante izquierdo al engancharme con el cable (algo que me ha pasado ya varias veces) y el ala se quedo frita, pero reaccioné rápido y volví a a coger la barra de velocidad para acabar aterrizando bien.

La ventaja de aterrizar tan temprano fue que nos daría tiempo de ver la final del Eurobasket... craso error, nos chupamos el atasco de vuelta de domingo y llegué a tiempo de ver únicamente los últimos seis minutos de partido.




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