Vuelo 97.
Fui pronto con Valín y el día pintaba bien. Mientras montábamos el viento fue subiendo de intensidad y se fue cruzando un poco del este.
Valín despego un par de veces pero me dijo que estaba bastante turbulento así que decidí esperar a que aflojara un poco, tras su segundo aterrizaje Valín también decidió esperar. Mientras haciamos tiempo volando la cometa de David fueron apareciendo más pilotos y al final nos juntamos once alas.
Por la tarde mejoraron las condiciones y pudimos despegar todos y disfrutar un montón pues aunque el viento había amainado algo, todavía era lo suficientemente fuerte como para impedir el vuelo a los parapentes así que tuvimos la ladera para nosotros solos.
El broche final los pusimos con las cervezas de rigor (esta vez especialmente divertidas) en el bar de la estación de Humanes, allí estaba Benja y se unió a nosotros.
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